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26 de septiembre de 2007

On miércoles, septiembre 26, 2007 by GeNeRaCiOn AsErE in    17 comments
Olguita, la maestra de la Biblioteca, nunca entendió porque siempre me iba sola por las tardes a su aula para releer el libro de Oros Viejos. Ella siempre me regalaba el premio de una tortica (de la merienda mañanera) y un vaso de agua fría, para que con ellos me deleitara día tras día leyendo los cuentos de Herminio Almendros.

Afuera las niñas y los niños se desguazaban en el área de recreo -Yuneisy seca, seca, secaso... – pero adentro, iba yo al rescate de Caupolican... a hablar con el alfarero chino, o me llevaba para la casa (sin que nadie lo supiera) una llama que escondía en la maleta. Lo que no supo nunca nadie es que tras la lectura siempre quise encontrar la voz de papá, lejos de mí y obligado a ejercer por años aquel absurdo servicio social como medico en Manzanillo. En sus cortas visitas de vacaciones, papi me contaba historias, juntos leíamos La edad de Oro e imagine mil veces encontrarnos con Martí, para darle la mano como si los tres fuésemos grandes amigos. Metida en esta doble vida de sonaar y creer por mucho tiempo pensé que Milian (el vecino de mi tío) se parecía mucho a Don Pomposo, o que un día cambiaria de pronto mis boticas ortopédicas por una sandalias blancas, que alguien guardaba en un cristal. Cuando una tiene 10 años necesita ser princesa, aunque sea la princesa de la bata rota, por eso leí tres mil veces la historia de Isapí, la niña india; recuerdo que la profe nos dijo –este cuento enseña a no burlarse del otro, por eso no es bueno eso fastidiar a Jesús- que era el gordito más trajín del aula.
Mi amiga la bibliotecaria siempre quiso llevarme a concursos y que me casara con Oscarito (su hijo de mí mismo grado) diablillo pelirrojo que al escuchar a su madre decir esto, me sonreía con la complicidad de un animal en celo que intuye lo inevitable, –liebre, deja que té coja- parecía mascullar con sus dientes de conejo. Al llegar a sexto grado trasladaron a la maestra y se acabaron las torticas, ya no había agua fría, mis amiguitas terminaron acompañándome a leer, pero trajeron con ellas su folletin de Corín Tellado. Papá regresó. Jesusito el gordo se hizo freeki, andaban él y Amirkal el negro (su antiguo rival) ahora inseparables, tocando guitarra en todos los recesos.

La biblioteca fue mi primer exilio, un refugio donde encontré amparo para escapar con los libros del aburrido ritual de la suiza y el barullo de los círculos de interés obligantarios. Hoy que muchas de mis amigas andan desperdigadas por el mundo, Chile, España, Miami, quisiera saber donde ha quedado Olguita, la profe-bibliotecaria. ¿Acaso aun les ofrece la tortica con vasos de agua a sus alumnos, es que ahora propondrá a nietos en matrimonio? Prefiero pensar que ella sigue en una escuela cualquiera de la Habana, abriéndole las puertas de la imaginación a otros niños, con aquel libro de mi primer exilio, ese de los cuentos escritos por Herminio Almendros.
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GeNeRaCiOn AsErE/Maylin

17 comments:

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Me voy detrás de tu risa, como el juguete se deja arrastrar por la alegría de su niño.

Con todo, tony.

lola dijo...

Ay, ¿sabes? mi primer exilio también fueron los libros. Yo fui educada muy a la antigua, incluso para la época en que era niña, además era tímida, lo sigo siendo aunque no lo parezca, así que mi refugio fueron los libros, leía cuánto caía en mis manos. A veces echo en falta esa ilusión que tenía de leer y aprender, los años me han vuelto un poco "gandula" (vaga) bueno ahora me entretengo con manualidades, pero ... no es lo mismo. Un beso

Skapada Blog dijo...

Coño,
Mira que yo lei y relei el libro de oros viejos cuando chama. Ahora de mayor cuando fui a Cuba busqué bajo cielo y tierra y se lo traje a los chamas... pero el que lo lee y relee todo el tiempo soy yo

Güicho dijo...

Creo que todos pasamos de niños por ese libro. Tenía la edición original de capa dura dorada. No es que fuera un párvulo nacionalista, pero me desilusionó un poco saber que Herminio era gallego. Es que desde Salgari y Verne hasta Jack London y Mark Twain todos los libros imprescindibles para hacerse hombre eran de escritores foráneos. Supongo que los cubanos no sabemos escribir para gente imberbe.

Yo soy Medea dijo...

pues yo no pierdo la costumbre... leo lo mas que puedo, en realidad es lo unico que me da paz, un texto inteligente, razonado, que me conecte y haga puentes y me haga pensar aunque ilusoriamente que este caos en que vivimos tiene un orden invisible al que solo se llega leyendo y aprendiendo.

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Olguita se ha mudado para Hialeah y ha traído consigo dos copias de "Oros
Viejos" por si acaso se encuentra con otra Maylin en la escuela en la que hoy trabaja.
Alberto

Yvette dijo...

yo tengo tambien una copia por ahi... guardada entre tantos otros libros, para cuando tenga una hija, si es que la tengo.
saludos a todos.

Anónimo dijo...

que bueno, muchas gracias caballero.

ERES tú, mi amor.

General Electric dijo...

Oros viejos, Salgari, Verne, la Edad de Oro, Platero y yo y otros libritos de cuentos que creo que llegaban del campo socialista como "Anita y la Estrellita", "El gallito cresta de oro", "El hipopótamo que temía las vacunas"... por ahí se construyó el primer refugio de la infancia

Anónimo dijo...

Maylin ..Cuanod vine de Cuba , enmi equipaje le traje Oros Viejos a Lucia , entre muchos otros libros infantiles , para que aprenda a leer en español con los cuentos que Alina, Otto, Alberto, Tony, tu y tantos otros aprendieron..
Un beso bien grande... Ana

Ana D dijo...

hola Maylin..ya tengo cuenta..

Anónimo dijo...

Hola, Llevo tiempo buscando un ejemplar de Oros Viejos y no encuentro nada. Tuve uno de niña, pero se quedo en Cuba cuando me fui y ahora nadie de mi familia lo encuentra. Habia una historia que me hacia llorar a cantaros y me la sabia casi de memoria "La mujer y la Leona"...En los tiempos en que la cdad de Buenos Aires no era mas que una fortaleza, y en ella vivian soldados con sus familias y no muchas mas gentes. Se cuenta este raro suceso ...entre los que lo presenciaron o lo oyeron contar...
Quisiera poder leerle esta y todas las demas historias a mis hijos! Que tiempos aquellos y que historias tan bellas!

Anónimo dijo...

Soy la misma persona que escribio de "La mujer y la Leona". He logrado comprarle a mis hijos (Aqui en Estados Unidos), Oros Viejos, Sapito y Sapon de Nicolas Guillen, Habia una Vez (el cual leo casi todas las noches a mis hijos). Solo necesito encontrar Oros Viejos.
Ah, me llamo Zury!

Anónimo dijo...

Oops, no he comprado oros vijos, si no "la Edad de Oro". Estoy buscando Oros Viejos!

Lisetg dijo...

Oros viejos era mi libro preferido junto con uno de cuentos de los hermanos Grim.
Pero Oros Viejos con sus historias fabulosas y tiernas de diferentes paises me encandilaba. Lo lei tantas veces que no sabria decirte.
uno de los cuentos que mejor recuerdo es Isapi.
Un dia, hace unos 5 annos, estaba paseando por la Plaza de Armas y en los libros viejos lo vi, y me dio una alegria tan grande. No lo compre por lo caro y no tenia dinero para eso. Un dia se lo comprare a mis hijos, de eso no te quepa duda.
Mil gracias, querida Maylin, por este recuerdo tan lindo.

Rudy Aguilar dijo...

tantos, tantos gratos recuerdos y nostalgia infinita de mis dias de infancia en parvulos. si alguien sabe como puedo obtener una copia de Oros Viejos o Pepe y Polita, por favor mandenme una linea a mi correo: rudyaguilar@yahoo.com
millon gracias!!!!

Anónimo dijo...

Conchó!! yo tambien me comí el libro de "Oros viejos" ni se cuantas veces!... y a veces me ponia a copiar las ilustraciones del libro, me encantaban los cuentos y leyendas que traia. nunca me he puesto a buscarlo pero si me tropiezo con algun ejemplar lo compartiré aqui. Saludos a todos, los creadores de este blog y a los lectores.