Silvio Berlusconi, el burlón burlado

El premier italiano Silvio Berlusconi, fue golpeado ayer en plena cara por un hombre que le lanzó una estatuilla a la salida de un evento político en Milán. Berlusconi fue internado de inmediato en un hospital y el diario Corriere della Sera declaró que tiene dos dientes rotos y una posible fractura en la nariz. El atacante ha sido arrestado.

Massimo Tartaglia, el pitcher de turno, acaba de probar la efectividad de aquel precepto (¿revolucionario?) de "hay que saber tirar y tirar bien". El suceso del domingo tal vez marque el ocaso definitivo del ya desprestigiado zar de la política italiana, vaya paradoja, para un tipo que se ha burlado tanto de sus oponentes, terminar ahora como la víctima del choteo colectivo.

La deformación del "derecho a la expresión"
Muchos pensaran que más de un presidente en este mundo merece ser colgado de una guásima... que si la ley los convierte en inmunes, el tira-tira es la vía perfecta para ajustarles la cuenta.
Ahora bien, estas cosas no pasan en una dictadura, pues todos saben que al "lanzador" lo fusilarían en el acto, osea, que si vives en un país democrático y tienes buena puntería, "ya no necesitas ir a las urnas", puedes cazarle la pelea a tu mandatario y expresarte por medio del tiro al "blanco". Ya van tres presidentes en menos de un año, George Bush (EEUU) en Iraq, Wen Jiabao (China) en Inglaterra y Silvio Berlusconi (Italia).

Bye bye sofrosine
Eventos como estos dejan un precedente siniestro en una sociedad globalizada y es que los patrones públicos de comportamiento se repiten desde arriba hacia abajo, de norte a sur y de este a oeste. Pero, ¿qué amparo puede quedar para el resto de los ciudadanos, si cada cual se toma la justicia por sus manos? Del presidente, al jefe, de la suegra al dependiente o al vecino del barrio... ¿acaso a partir de ahora tendremos que ir por el mundo esquivando?

GeNeRaCiOnAsErE/tony