En la comunidad del Parque Alberto, en Hidalgo (México), existe un lugar cercano a la frontera con los Estados Unidos, donde un proyecto local de eco-turismo con el fin de incorporar más puestos de trabajo en el pueblo, se convirtió de pronto en una famosa atracción.
¿En que consiste?
Pues en tomar un tour que simula el cruce de la frontera, lo que sus creadores también llaman ‘deporte de conciencia’, que no es otra cosa que arriesgar la vida para vivir la experiencia de un espalda mojada.
¿No es esto acaso hacer turismo para emular la desgracia de su gente, en lugar de forzar a su gobierno para organizar la practica de la ley en esos pueblos fronterizos donde 'gobiernan' los gansters y los policías corruptos?
En la versión inicial de este post se publicó en el cuerpo del texto que los estudiantes y profesionales atraidos por este deporte eran 'estadounidenses', cuando en realidad debimos decir mexicanos. Les pedimos disculpas por este error. Gracias
no son estadounidenses, son mexicanos los turistas
ResponderEliminarBueno, yo crucé la frontera. Las cosas que vi en ese paso fueron las peores que he visto en mi vida.
ResponderEliminarsaludos tony.
Muchas gracias anónimo.
ResponderEliminarAlina Mirtha Hernandez Bernal
ResponderEliminar"et oui... siempre hay un imbécil que se aburre"
Y por que tu crees que las piscinas en Cuba no tienen agua?
ResponderEliminarva y les da a los chamas por practicar y...
a mi me parece una frivolidad, hay tantas formas de hacer correr la adrenalina...
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