El Cristo de La Habana, comenzó a ser restaurado para subsanar daños en un brazo y la cabeza. Esta escultura gigante preside la bahía de la capital cubana y es un símbolo de la ciudad. El trabajo de remozamiento de la escultura culminará en uno o dos meses. ''Vamos a limpiarlo completo y a arreglar algunas partes afectadas por dos rayos que le cayeron encima'', declaró al diario El Universal (México), Roberto Riverón, un trabajador a pie de obra.
La obra de 20 metros de alto fue esculpida por la reconocida artista plástica cubana Jilma Madera (1915-00) y muestra a un Cristo de cuerpo entero, con una leve sonrisa, labios gruesos, cabellos largos y barba. Sus manos están más bien recogidas y una de ellas se posa sobre su pecho. Se le vistió con una larga toga que deja ver sus pies calzados de sandalias.
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