"New Yor Times"
Philip Seymour Hoffman, tal vez el actor estadounidense más ambicioso y admirado de su generación, que dio matiz tridimensional a una amplia gama de compinches, villanos, galanes de la pantalla y abrazó a algunos de los papeles más onerosos del teatro en Broadway, falleció el domingo en un apartamento en Greenwich Village que alquilaba como una oficina. Tenía 46 años.
"EL País"
Hoffman se labró su carrera en Hollywood a base de papeles secundarios en películas que ahora son de culto como Boogie Nights, El gran Lebowski, Happiness, Magnolia o Punch-Drunk Love. Sus dos últimas películas estrenadas fueron Los juegos del hambre: En llamas y El último concierto.
OPINIóN
Muchos son los que encuentran en el consumo de las drogas una fuente de alivio, inspiración y divertimento, pero es innegable que la adicción nos priva cada vez con más frecuencia de una buena porción de lo mejor del talento artistico del mundo.
¿Por qué?
GeneracionAsere/LA PANDILLA
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