Luego de la descomunal obra de Patrick Suskind, aclamada hasta por el mismísimo Fidel Castro (otro Grenouille de caprichos refinados) cualquier cosa que se diga sobre el perfume corre el riesgo de ser tirada mierda. En fin, nada como aquella novela. Sin embargo, desde AC / DC (hablo de antes y después de Cristo y no de la banda de rock) usar algún perfume sigue siendo un habito insustituible para infinidad de personas.¿En quién piensas cuando te echas perfume?
Casi todo el mundo parece estar inconforme con su olor natural y en la mayoría de los casos, el deseo de oler bien, esta provocado por una necesidad de reforzar nuestro atractivo, de embarajar ciertos olores indeseados, pero sobre todo para reforzar nuestra autoestima. Según dijo a BBC Ciencia (BBC Mundo), Craig Roberts, director de un equipo de científicos de la Universidad de Liverpool, en Inglaterra, cuando un hombre altera su olor natural, se produce un cambio en la confianza que tiene en sí mismo y este modifica a su vez, la forma en la que lo perciben las mujeres.
Colonia con peste
Ya entiendo porque a veces me tropiezo con algunos sociales con una peste a perfume tan grande, que al parecer se cayeron adentro del pomo. ¡FUACATA! Un perfume sabrosón ayuda, pero su uso excesivo repugna tanto como cualquier otra cosa. Por cierto, hace solo un par de meses, Burger King lanzó su esencia de Whopper , perfume con sabor a hamburguesa, para los muchachones que no tienen problema con el daño colateral que puede causar en las féminas, el olor a carne, verdura y cebolla.
El perfume son los demás.
La famosa frase de J.P. Sartre –el infierno son los demás- tiene muchas lecturas al revés y al derecho, especialmente en esto de los aromas… porque a la hora de elegir un vestido ante el espejo o untarnos cierta fragancia en la piel (hombre o mujer) por lo general siempre pensamos en su impacto entre los otros… en un grupo de gente, o en una persona que nos atrae mucho, sin embargo al final, lo cierto es casi nunca usamos el perfume para olernos a nosotros mismos. Si no lo crees, piensa entonces en cual parte del cuerpo te lo echas...











