¿Quién gana o pierde el debate presidencial del 2016?

A pocas horas del primer debate presidencial, Estados Unidos de América se plantea  el mismo paradigma que siglo y medio atrás provocara la guerra civil. Y es que en los cimientos de este gran país subyace, como en los anales de la humanidad, el duelo eterno entre el racismo excluyente y la integración social.

Independientemente del choque ideológico que supone la confrontación de dos modelos tan diferentes para afianzar el desarrollo de la sociedad, es importante partir de que un debate solo tiene sentido si cada parte sabe y quiere respetar al oponente.

Si el encuentro de hoy entre los dos principales candidatos aspirantes a la presidencia estadounidense, se convierte en un mero intercambio de ofensas, incluso,  si el moderador no es capaz de detener este tipo de reyerta, el verdadero perdedor será el país y su modelo de democracia.

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