Dice un americano que en Cuba se pueden cambiar "Chivichanas por skateboard". Un reportaje desde La Habana

El reportaje completo presenatado por: ViceTV

El dueño de una tiendecita de "skateboard" en New Jersey, se conmovió tanto al ver la película de unos niños que montaban chivichanas en Cuba, que de inmediato se propuso viajar a la Habana. Chris Nieratko y un grupo de patinadores, finalmente llevaron a la isla un cargamento de "patinetas" a aquellos muchachos. Los estadounidenses llegaron pensando que aquella pobreza se debía principalmente al embargo, pero de allá regresaron con otra idea.

¿Se puede controlar el intercambio personal?
Mucha gente piensa que la llegada masiva de turistas estadounidenses salvaría con sus dolares al régimen de la isla. Sin embargo, Chris cuenta como sentía la alegría real de la gente al intercambiar con "americanos normales" y a la vez, el miedo de sus interlocutores (cubiches) al sentirse vigilados. Hasta ellos mismos fueron filmados, seguidos e indirectamente "intimidados" por la policía, que los acosaba con su omnipresencia tan solo por su empeño de regalar las patinetas. Vale la pena tomar en cuenta que con el dinero también llegarían las ideas, un nuevo diálogo sin retorica, capaz de romper los mitos y prejuicios que nos han separado desde hace tanto tiempo.

¿La pobreza afecta la dignidad?
"Siempre me ha gustado dar, pero de tantas veces que he dado, nunca me había encontrado con tal muestra de gratitud", cuenta el buen samaritano la alegría de los niños, aunque no con menos agrado la acción de sus abuelas, que obligaban a sus nietos "a regresar para agradecerle el gesto".
Una vez más, se nota que la carencia es un tipo de pobreza que no tiene que afectar a la dignidad humana. Por eso aunque pase el tiempo, la familia cubana es capaz de guardar sus valores e identidad. ¿El hecho de que los cubanos vivan presos en la isla, los convierte automatica-mente en indignos, o en robots con el cerebro lavado?

Lo que vendrá
De cualquier forma, este "yuma de a pie" deja claro que la experiencia valió la pena. Y sus palabras son premonitorias, pues adelantan lo que vendrá, cuando caigan los muros y las prohibiciones que ahora alargan las distancias entre estadounidenses y cubanos.

GeNeRaCiOnAsErE/tony