Desayuno de Café con Leche y Galleticas de Sal con Mantequilla

Mucho antes de que abrieran las 'shopping', cuando todavía no se iba luz y nadie imaginaba la pesadilla del cerelat o aquel infame pan de yuca que se nos venía encima, el café con leche hirviendo en vaso de cristal y aquellas galleticas de Sal GILDA que vendían en la bodega, se iban como el agua entre los desayunos y también en las meriendas -lata grande que tú conoces abierta encima de la mesa- acompañadas de queso crema NELA, barra de guayaba, mantequilla o mayonesa. Ahí estaban las galletas de Sal para salvarnos la pena de abrir y cerrar el refrigerador sin más consuelo que un largo y solitario buche de agua fría.

Hoy miles de balseros y nuevos exiliados -peyorativamente llamados emigrantes económicos- mantenemos viva la Industria local de alimentos en Miami, pues amen del jamón serrano y las hamburguesas americanas... todos los días nos llenamos la barriga con nuestra hambre y nuestra sed de nostalgias. A nosotros, los que nacimos 'después' y nada pudieron quitarnos porque ya se habían quedado con todo, la única propiedad que nos quedó fue la memoria, esa, a muy pocos se la pueden arrebatar porque al igual que tu país y tu identidad, la llevas contigo a donde quiera que vayas.

GeNeRaCiOnAsErE.