Año nuevo dieta nueva. ¿Por qué el 90 y pico porciento de las dietas que comenzamos con el año nuevo, no funcionan?

photo by Fabiana

Cada Enero iniciamos una batalla a favor y en contra de nosotros mismos. La primera semana "todo parece bonito" resoluciones y proyectos van viento en popa... pero el choque diario con la concreta (¿croqueta?) poco a poco termina por apagarnos la “vela” del embullo. Y es que cumplir con lo propuesto, a veces cuesta tanto que al final llegamos a odiar lo que supuestamente nos dejará beneficios.

Dentro de la lista de cosas que uno elige para el año nuevo, casi siempre se discuten en primer lugar: la fija de bajar de peso y el hacer ejercicios. Desde que se hizo popular en el mundo aquello de adelgazar (hace más o menos medio siglo) miles de recetas mágicas nos han hecho soñar, joder y sufrir. Y hoy, luego de rebasar la primera década del 2000, hemos hecho tantas dietas que quizás la tercera parte de la población mundial pudiera escribir más de un libro sobre el tema.

Entonces, ¿Por qué el 90 y pico de las dietas no funcionan?
La mayoría de las veces que nuestros proyectos no se cumplen, es que carecen de un plan consistente y sus objetivos tienen más de ciencia ficción que de realidad. Entre la Dieta Atkins, la de IG, la vegetariana, la Mediterránea, de desintoxicación, de vigilantes de peso, baja en grasa, o de Suplementos… , “en honor a la verdura” la mejor de todas las dietas es la de la PRUDENCIA y la PERSEVERANCIA.

Debido a lo antes planteado camará, respira profundo y cógelo fresco, orgánico y bajito de sal… “cógelo suave, pero cógelo”, que aunque los Mayas y el pollito Pito digan que en el 2012 el mundo se va acabar, “por si las moscas” de aquí hasta allá... vale la pena estar en forma.

GeNeRaCiOnAsErE/tony