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17 de septiembre de 2011

On sábado, septiembre 17, 2011 by GeNeRaCiOn AsErE   1 comment
photograph by generacionasere.
¿Qué hago con este pomo de conservas, lo voto, o lo guardo debajo del fregadero?

Luego que salí de Cuba, me he descubierto mil de veces guardando jabitas de nylon y mil mierdas más debajo del fregadero... ¿Por qué? ¿Por qué acaparamos tanto los cubanos?

La Ley de la escasez: -se rompió, no hay... o guardarlo que no va a ver-.
¿Qué remedio hay para curarse del este síndrome?

Padezco la cabrona enfermedad de acaparar... de comprar al por mayor cualquier cosa y no perdonar las "ofertas especiales" de a 2 x 1, o 4 x 2, aunque a veces ni me hagan falta. En todo caso, ¡Que venga la fiera que la estoy esperando, pero con la barriga llen
a! Lo peor es que al igual que a mi, esto le sucede a millones de cubiches, dentro y fuera de la isla, "el miedo a no volver a tener".

Detrás de mi adultez hay una infancia muy linda, pero llenísima de privaciones... de apagones y de huecos en la suela de mis zapatos.

¿Cómo olvidar la desolación que invadía a mi casa, luego de la causal ruptura del más insignificante objeto, de la aguja de la maquina de coser, del cepillo del pelo, del parabrisas del almendrón, del bombillito de la linterna china, o de la antena del radio SELENA o del VEF?.....¿VEF?... ¿No Vef, lo que te digo?

De la Carencia al Despilfarro
Tampoco se trata de despilfarrar las cosas,
el que ahorra tiene, "guarda pan para mayo y maloja pa' tu caballo". En muchos casos salimos de una carencia notable en Cuba y caemos sin escala en EE.UU., para incorporarnos con "alegría" y devoción a ese culto del consumo desenfrenado y al despilfarro de objetos e incluso de comida, que no tienen acceso nuestros seres queridos allá en la isla y mucha gente en casi todo el mundo. Nada, que lo nuestro (lo de los cubiches) son los bandazos.

GeneracionAsere/tony

1 comments:

Anónimo dijo...

Muy interesante reflexión, pero quizás sino hubiéramos pasado por eso, a lo mejor no estuviera firme nuestras cabezas, pues aquí en Europa la gente no se adapta a la circunstancia y quiere seguir viviendo por encima de sus posibilidades. Yo en cambio intento vivir sin estar atado a las cosas materiales y tanta superficilidad que nos desvorda, prefiero tener la mente equilibrada y no estar en deuda con los bancos y las necesidades que nos imponen los mercados. Por esto intento ser feliz y convivir con mis contardiciones