Piedad para mis orejas. Ola de frío en Hialeah.

Hoy, mientras los Científicos de la NASA anuncian que la Antártida se está calentando al mismo ritmo que el resto del mundo, las autoridades locales de Miami Dade se esfuerzan por advertirnos de una alerta de congelación, que ha creado gran alboroto entre mis correligionarios, excitados ante una ola de frío no vista al menos en cinco años.
En una ciudad tan tropical y llena de cubaneo como es la de Hialeah, casi siempre los tres o cuatro días de frío de la temporada, logran el milagro de hacernos sentir como si viviéramos en el 'extranjero'. Es muy común aquí, que ante la entrada de un Norte, los Hialienses-Cubiches (98% de la población) nos preparemos 'con todo' para darle pelea al in-truso frío. Mis compatriotas – mundialmente famosos por audacios- al contrario de lo normal -que es protegerse en el albergue de la casa- prefieren salir a la calle a pugilatear sus respectivos churros y el obligado tazón de chocolate caliente. Me incluyo en esa lista, porque... los milagros cuando suceden, se disfrutan.
Pues ayer en el Starbucks de la ‘49’ había ambiente de carnaval...POLAR... vaya que cualquier tipo de disfraz que les cuente es poco, abrigos de esquimal, guantes de esquiador, 'sobretodo' de piel de leopardo y bufandas de cosmonautas... ¡Cuánto colorido! Ya a la altura de las 10 de la noche hacia tanto fríooooo, que a uno le daban ganas de meterse las orejas en el bolsillo.
La cosa es que no acabo de entender porque el invierno siempre me entra por el conducto auditivo, ¿Será por las guatacas que tengo? Vingo!!!
El caso es que le he dado mucho coco al asunto y lo que único que entiendo ahora con todo este frío, es porque los pingüinos pueden vivir tan bien en la Antártida... segurito, segurito que ellos no tienen un problema como el mío. ¿O es que ustedes han visto algún pingüino con orejas?

GeNeRaCiOnAsErE/tony