¿Comprarías obras de arte hechas por un célebre tirano, o un asesino?

Una colección de cuadros que se atribuye a Adolfo Hitler -en su faceta de pintor- y que llegó a Gran Bretaña en la mochila de un soldado del Regimiento Real de Manchester, fue vendida recientemente en una subasta en Shropshire, Gran Bretaña, por US$140.000, precio que excedió las expectativas de los organizadores, de la casa de subastas Mullocks.

Sin dudas la excentricidad es un ingrediente importante que estimula a la compra en los coleccionistas de arte, quienes muchas veces, prestan más interés a la polémica que precede la obra, que al valor artístico real de la misma.

¿Puede uno sentirse atraído por las obras artísticas de un asesino, de un tirano o de una persona que desprecias moralmente?

El arte tiene muchísimo de provocación, pero dudo que al apreciar los cuadros de Hitler estaríamos hablando del disfrute estético que puede causarnos ‘el arte por el arte’, sino más bien de la satisfacción de un interés morboso que nos lleva a buscar respuestas en su obra, algo así como... déjame ver, ¿Qué carajo puede tener este hombre de artista?

GeNeRaCiOnAsErE/tony