Cuba, a 20 años de la caída del Muro de Berlín, continúa siendo una isla Pequeña con un Muro muy Grande.

Photo al pie del Muro de Berlín

Nuestra nación es capaz de trascender la barrera del espacio y viajar con nosotros a donde quiera que vamos, sin embargo ha quedado detenida en el tiempo, víctima del muro gigante que le impone el totalitarismo y otros millones de muros más chicos que los cubanos llevamos por dentro. Quizás aquellos sean el eco de haber vivido en una dictadura, sin Instituciones ni amparo para la expresión individual.

Tal vez para tumbar aquel muro grande, nos haga falta primero derrumbar los más pequeños, saltar por encima de los separadores que existen entre nosotros mismos... el muro de la división, de la censura, del falso orgullo, de la descalificación personal, de la intolerancia, y otras limitantes que nos impiden superar este INSOPORTABLE presente continuo.

Es muy fácil pedir al otro un esfuerzo, no obstante, la clave cubana pasa hoy por respetar "iguales derechos" a personas "diferentes". Y si bien es cierto que somos los "mismos", no existe en el mundo una razón por la que tengamos que ser "iguales".
Una, otra, otra... y otra vez,
En nuestro País debe caber cualquiera que sea capaz de respetar al otro. Porque Cuba es en Colores y no una Nación en Blanco y Negro.

GeNeRaCiOnAsErE/tony