Galletica de soda con guayaba y queso crema.

Un remedio contra el Gorrión y el Exilio

Con el paso del tiempo y la distancia, uno emprende cierta clase de regreso mental desde el exilio hacia la isla, un viaje sin nombre que en mi caso me da tremenda hambre... un hambre de saber más sobre el país que hace unos años dejé... de conocer sobre su música, historia, arte, deportes... y por su puesto también de su cocina.
En Miami me he tropezado con una amplia variedad de postres cubanos, antes vedados en el fogón de mi vieja por la escasez y por la presidencia vitalicia de la genial Nitza Villapol, quien a despecho del título de su libro (Cocina al Minuto) terminó cocinando en Cuba por varias décadas. Nitza es algo así como la tirana de nuestra cocina, aunque muy por el contrario del viejo Jotavich, sus recetas siempre nos dejaron con buen sabor en la boca.
Fuera del bíblico compendio de ‘Cocina al Minuto’ hay postres criollos exquisitos, que desgraciadamente pasaron desapercibidos a nuestro paladar de ‘Hombre Huevo’, entre ellos el Pudín de naranjas y el Pudín de Mamey Colorado. (Delicias de la Mesa - Manual de Cocina y Repostería” por la Srta. María Antonieta Reyes Gavilán y Moenck. La Habana, 1925)
Sin embargo, cada vez que me siento parcialmente nublado y herido por un hambre mortal, olvido las recetas distinguidas y voy al seguro con la galleta de soda, acompañada de su ración de barra de guayaba y el quesito crema. ¡Luego de ver esa película, no hay segunda parte!
Cubiche que estas fuera, si extrañas tu casa, el barrio y a la vieja... abre la lata, ataca a la guayaba y mete mano al queso crema, que no hay mejor remedio para quitarse el gorrión que un buen atracón de galletas.

GeNeRaCiOnAsErE/tony