Hace mucho años que corre en la calle el chiste de que los culos cubanos fueron hasta la llegada del Período Especial los mejores informados del mundo. Hoy por hoy ya para nadie es un secreto de que a falta de papel higiénico, hubo un tiempo en el que todos nos limpiábamos con las hojas de los diarios y las revistas de mayor circulación en el país.
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Aun recuerdo con angustia el arte de estrujar bien aquellas paginas para hacerlas más blandas. Hago notar que las hojas del diario
“Granma” y “
Juventud Rebelde” rodaban mejor que las de “Bohemia” y “Somos Jóvenes”, estas últimas eran tan duras como el vía crucis; de ahí que a veces a uno le saliera esa breve exclamación de dolor, muy parecida al gruñido del cantante de Sangre, sudor y lágrimas.
¡!Mmmgggggggggg!!
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Sin dudas aquel fue un tiempo de mucha confusión, durante el cual las hemorroides a veces se disfrazaban con síntomas pasajeros de algún que otro rasguño, siempre causado por impacientes que olvidaban arrugar bien el papel.
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Los camaradas soviéticos, al parecer adelantados en esta lid, fueron más allá y redujeron el “sputnik” a una edición de bolsillo, bien conveniente pero de horrible rendimiento.
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¡Cuantas veces no leí Bohemia de atrás hacia adelante! Porque en la corrida del baño, los muñequitos eran siempre los últimos que se iban. Caballero es la verdad.
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Otra estampa surrealista se sucedía al ver por las tardes en la escuela al campo, aquel desfile de aseres caminando rumbo a las letrinas, con su Gaceta Oficial debajo del brazo. (¿?)
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De tanto hurgar a diario entre artículos y distintas publicaciones, mi generación fue adquiriendo tal vez (inconscientemente) el habito de la lectura y así, entre los ratos de ir al baño, los teques del matutino y los círculos de estudio, a muy temprana edad, casi todos adquirimos cierto dominio sobre temas de actualidad nacional e internacional.
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Una especie de censura personal o premio a la calidad del autor, surgió dentro de estos hábitos forzosos, pues ya que uno “tenia que tener” el periódico en las manos.... lo que primero uno usaba era la nota más pedante, aquello de: “Se inaugura hoy con la presencia de... ” mira que nos limpiamos con esa... La lista de leads es larga, sin embargo... enrollados al pie del lavamanos quedaron "casi siempre" los mejores escritos, así por ejemplo recuerdo perdonar a los artículos dominicales de Hector Zumbado, los clasificados de Opina, los “entre cuerdas” del Guille Vilar, favoritos que salieron airosos de mi inefable“caquicidio”. Bueno, a veces... porque en ocasiones recuerdo que mami me decía con tono de velorio:
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-¿Tonito, estas buscando aquel artículo de música del Caimán Barbudo?-
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Sí mami. ¿Lo has visto?
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–¡Ay mijooo! Tu papá se limpió con EL-
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Mientras en otros confines del mundo la lectura durante la función "cagalógica" constituye un mero ejercicio del libre albedrío -si quieres bien y si no también- hubo un tiempo en Cuba donde niños, jóvenes y adultos acudieron “forzosamente” al retrete con periódicos, lo cual redundó en una encomiable labor higiénica y a la vez instructiva, útil para nuestra sociedad, pero sobre todo “paraculos”. No lo oviden.
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¡Gracias a Dios que el Blogger es on-line!
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GeNeRaCiOn AsErE/ToNyGm