Para construir un Museo de la Nostalgia.

Muchos de nosotros al salir de la isla, dejamos un bultazo de recuerdos detrás de aquella partida.¿Cuantos objetos que marcaron una etapa de nuestra niñez o de la adolescencia, andan todavía regados por el closet o adentro de las gavetas de allá... de la casa de Cuba?
Es curioso como la gente de nuestra edad tiene un apego especial por su infancia y juventud primera, tal vez esa necesidad de ‘recordar’ es la respuesta de un desengaño, del cual no hemos hablado lo suficiente y por ende, seguimos sin superar.

En aquel país donde crecimos, se fabricaban a granel un montón de esperanzas falsas... hasta que un día de repente, como el niño que en otro lugar descubre el fraude de los reyes magos... mi generación tuvo que entender a la fuerza y en unos pocos meses, que aquello del mundo mejor y del cielo azul con el redondel, era tan solo un espejismo, que el Campo Socialista con su locomotora de pueblos... en lugar de avanzar al futuro solo hacía la pantomima de un absurdo presente y que en honor a la verdad “... la patria no nos contemplaba tan orgullosa...”.
Es increíble como hoy cuando hablamos públicamente de nuestro pasado, los censores del pensamiento, aun desde lejos nos acusan de nostálgicos, mientras que desde el otro extremo, algunos dinosaurios nos echan en cara tener aquello de que tenemos “lavado el cerebro”. De cualquier modo y bajo cualquiera que sean las circunstancias, nadie nos puede impedir que recordemos.
Aquel que se abochorna de sus memorias y carga con una culpa de la cual no es verdaderamente responsable, solo es capaz de vivir en este mundo como un infeliz lleno de fantasmas desgraciados. Hoy debemos recordar y reconstruir colectivamente la memoria de nuestra infancia, para poder lidiar entonces con lo mejor y más rentable de nuestro pasado, para mostrar a nuestros hijos como fuimos –entonces- cuando éramos como son ellos ahora.
Mándanos aquí (contacto@generacionasere.org) las fotos de esas cositas que guardamos con complicidad, las carátulas de libros, el par kiko plastic, las peinetas, los pulsitos de merolico, el carne de identidad, los radios y relojes rusos, las pañoletas, los sellitos... el carajo, la vela y el “retongonal” de objetos con que podamos armar -poco a poco- un apartado ‘digital’ de recuerdos que iremos publicando de forma permanente, para que exista un lugar - on-line- donde deleitarnos con nuestros recuerdos.
Gracias por las fotos que nos han enviado ya. Es probable que para el próximo 2009, hagamos aquí en Miami una exposición física de este esfuerzo de varios blogueros cubanos. Atentamente,

GeNeRaCiOnAsErE.

Agradecimientos a Photo by CVBANITO's photostream por la lata de carne rusa.