Salvoconducto Definitivo para Salir del País.

Hace solo unos días, nos llegó al Museo de la Nostalgia. la foto de un objeto que por sí solo tiene la virtud de narrarnos los terribles momentos que la familia y el ciudadano cubano vivieron a raíz del éxodo del Mariel en 1980. Como quiera que algunos lectores no habían nacido en ese entonces y otros andábamos cursando la primaria, le pedimos a nuestra amiga CD Mayeya del blog El Parque Trillo, que nos cuente la historia de su Salvoconducto Definitivo para salir del país.

Salvoconducto definitivo para salir del país.
(by CD Mayeya)
Les cuento: Para aquellos que no habían nacido en el 80, para los que eran muy pequeños para comprender por qué había que tirar huevos podridos y excremento, golpear, (algunos con consecuencias fatales) y avasallar a los que no tenían “genes revolucionarios”, (así dijo el susodicho), que simplemente querían irse: El documento era expedido por las autoridades, aunque no hubieras estado en la Embajada del Perú. En realidad en la embajada entraron unos 10 mil, y por Mariel se fueron 130,000. No sé si a todo el mundo se lo daban. Me consta que a los que se iban por “escoria”, si se lo extendían. Para entrar dentro de esa clasificación tan digna, había que tener un expediente penal, o declararse “escoria” por pura voluntad, aunque sin antecedentes. Religiosos, homosexuales y toda clase de individuos sin esperanza. Mi caso es el de una “escoria” legitima. Como tenía un carné de identidad nuevo, donde aun no aparecía el centro de trabajo, pude “presentarme” en la estación de policía y adjudicarme todo tipo de empeños sociopáticos para la época. El Poder estaba iracundo y había mucho desorden. Me escapé de milagro y se enteraron dos días después que se les había escapado una profesora de la Escuela de Física de la Universidad de La Habana. El propio Poder, (y los asesores soviéticos), comprendieron la magnitud del descalabro y lo “corridos” que habían quedado en la foto de la “felicidad socialista” y decidieron mejorar los estándares de vida en la década del 80, sin aflojar la represión política. Pero ustedes saben lo que vino después.

CD Mayeya, El Parque Trillo,