¿Cuánta tentación puede despertarnos un simple plato de malanga?

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Ya sea por exceso o por defecto, es común encontrar en los cubanos una pasión desmedida por la malanga, e incluso muchos alardeamos de haber crecido a base de suculentos platos de la vianda, cuando en realidad lo hicimos a base de HUEVO, CHICHARO y PICADILLO de Soya.

No es un mito del todo infundado el de las excelentes propiedades alimenticias del tuberculo, pues este cuenta con un un alto contenido de tiamina, riboflavina, vitamina C y hierro, además de doblar en concentración de proteína a otras especies de sus familia como la Yuca, el boniato y la Papa.

Es más, si Popeye tiene su Espinaca y Asterix y Obelix su pócima mágica, nosotros los cubiches "para hacernos el cráneo" invocamos a la malanga, "que no porque nos las hayan escondido (de los Mercados) su luz es menos alta"

A la malanga le metemos mano -menos cruda- como quiera, Hervida, Frita, en Crema, o en Puré... para acompañar ajiacos y estofados, o incluso hay quien hace ensaladas de hortalizas con sus hojas. (Confieso que en esa última variante me tiro del carro). La forma más común y rápida de consumir esta vianda es hervida, servida con mojo, o con cebollitas rebosadas de aceite.

Que otra cosa uno puede decir, si cuando veo este plato sobran las palabras...

GeNeRaCiOnAsErE/tony