Jodie. Esencialmente, otra cosa.

La reciente declaración pública de Jodie Foster sobre su orientación sexual, ha abierto un debate áspero entre los sectores progresivos y más los conservadores círculos de Hollywood, quienes intentan armar más revuelo con este asunto de índole personal, que con la huelga de escritores del ramo, la cual lamentable luego de un mes no se cesa.
Por mucho tiempo la Foster mantuvo un silencio estricto sobre su vida privada y aunque en ocasiones ha sorteado con crudeza las insinuaciones sobre su inequívoco lesbianismo, ahora ha terminado por declarar su relación con Cydney Bernard, una productora de cine con quien ha vivido durante los últimos 15 años.
Durante las pasadas elecciones a la presidencia de EE.UU (2004) el tema del matrimonio gay fue utilizado como un elemento generador de debate político, pasándose por alto que se trataba en sí, de un asunto discriminatorio, que atropellaba la dignidad y el disfrute de la libertad plena a miles de personas en el país.
A las diez de ultimas Jodie merece un aplauso, pero no por decir o callar sus preferencias sexuales, sino porque ‘esencialmente’ ella es mucho más que heterosexual o lesbiana. En honor a la verdad, esta niña de Taxi Driver, o aquella detective de The Silence of the lambs tiene la magia de hacernos creer y soñar con los personajes que desde muy pequeña ha encarnado, para transmitirnos emociones que nos hacen recordarla por sobre todas las cosas como una artista. Y es en última instancia ese, su verdadero legado, la imagen que de ella sin dudas prevalecerá.

Un problema mucho más serio que la sexualidad de Jodie, es la huelga que paraliza a miles de escritores norteamericanos.

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somos iguales

GeNeRaCiOn AsErE/tonygm