Gustav y la ayuda humanitaria a Cuba.

El devastador paso del huracán Gustav por el Occidente de Cuba, ha generado en el exilio cubano del Sur de la Florida, un movimiento a favor del envío de ayuda humanitaria hacia la isla.

Hoy existen dos propuestas por parte de los líderes de la diáspora cubana de Miami, que persiguen el objetivo de ayudar al pueblo cubano, aunque se diferencian en cuanto a su implementación.

-Una de las iniciativas, devenida en propuesta conjunta, fue formalizada por un grupo de legisladores demócratas y republicanos, quienes pretenden que Washington organice un Equipo de Ayuda de Respuesta a Desastres (DART), para evaluar daños y determinar las necesidades más urgentes en el lugar de los hechos. Al respecto, el candidato Barack Obama, insta a que se flexibilicen las sanciones impuestas al régimen comunista y en este sentido se suspenda inmediatamente y por un mínimo de 90 días, las restricciones a las remesas familiares, las visitas y los envíos de ayuda humanitaria por parte de los cubanoamericanos.

-La otra iniciativa, apoyada los senadores Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey; Mel Martínez, republicano por Florida, y Bill Nelson, demócrata por Florida, así como los representantes republicanos por Florida Lincoln Diaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart, exhortan a Washington que ofrezca su ayuda directa para las víctimas de Gustav, pero afirman que no es necesario cambiar el marco regulatorio para contribuir con donativos y asistencia.

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El régimen de la isla es el primero en rechazar la ayuda internacional y en especial, la ofrecida oficialmente por el gobierno de los Estados Unidos, escenario que se ha repetido ante la ocurrencia de innumerables desastres naturales durante el último medio siglo en Cuba.

Lamentamos que resultado directo de la controversia entre figuras políticas (en medio de una campaña electoral) contribuya a la confusión de nuestra comunidad, legítimamente sensibilizada con la tragedia de sus hermanos. En todo caso no es momento de retórica, sino de echar a un lado las diferencias y traducir las palabras en hechos. Poco podría hacer el régimen de la Habana si cada exiliado de la Florida, se aparece mañana en Cuba con un pedazo de pan en la mano para su compatriota desvalido.
Generacionasere.