¿Cuántas cosas no te pasaron encima de una guagua? Homenaje a las guaguas y a los Panfilos.

"GUERNICA DENTRO DE UNA GUAGUA"
Obra del pintor Reineiro Tamayo Fonseca y Rubén Alpízar,
Vaya situada en línea entre 2 y Paseo. Ciudad de La Habana,
Cuba. 1989.

Pocos lugares tenían en Cuba la “capacidad” de reunir a personas y personajes tan diferente todos los días. Las guaguas eran -son- una especie de tribunas rodantes, de “vehículos” de la expresión colectiva con la rara “virtud” de devolver –al menos temporalmente- el poder de la palabra que hace cincuenta años nos quitaron allá.

A aquel que se le ocurrió recrear a Guernica adentro de un camello se la comió, pero señores discrepo en algo, si es indudable que cuando uno se montaba en ellos la batalla estaba garantizada… lo cierto es que las cosas no siempre terminaban en tragedia, sino más bien en una especie de catarsis emocional de amplio espectro, en las que había de todo como en botica… sexualidad, olor, sabor, horror, misterio, compasión, empuja-son y apretadera… confieso que en más de un viaje experimenté “experiencias religiosas” y una pila de veces me apeé a la calle siendo el protagonista de una película con “happy ending”. Vamos a ver, a quien -una historia vivida en una guagua- no le cambió la vida en Cuba caballero...

-A principio de los noventa, cruzando el túnel de Línea, un guagüero finalizó su acalorado debate con la multitud con esta frase genial, “ustedes saben quien es el que tiene la culpa”, y con la misma siguió, “no me echen la culpa a mi”, y repetía “ustedes saben quien es el culpable de todo aquí” , en la primera parada el ómnibus se quedó vacío y el chófer se fue repitiendo solo “es él, él es el culpable, yo no”. Aquello me mato, a partir de ahí supe que tenia irme de mi país, que estaba cansado de saber la verdad, de tener que bajarme y callarme de la guagua, igual que los demás. ¿A cuántos Panfilos como estos no le debemos el aterrizar y enjuiciarnos la conciencia?

Para nadie es un secreto que gracias a la improvisada tribuna y a la audiencia que propiciaba el transporte publico en la isla, muchos individuos tenían y tienen el valor de desafiar a la censura. Es por eso que hoy le hacemos este homenaje, consientes que a falta de una red social de intercambio ciudadano en la isla, las guaguas y los Panfilos son por el momento, la única Institución visible de una Sociedad Civil, que “no” se permite en Cuba.

GeNeRaCiOnAsErE/tonygm