Un batido para los puros...¡Felicidades!

Mi padre nunca se metió regularmente en la cocina. Creo haberlo visto un par de veces en mi vida lavar un plato. Siempre trabajando, a veces los domingos me llevaba al la Ciudad Deportiva para tirarnos unas bolas, y luego yo me escabullía entre el piquete de sus socios, para escuchar todas las historias. Ahora me doy cuenta como él vacilaba que yo participara con ellos, como si fuera uno más del grupo... y es que entonces era solo un pendejo de diez años. La cosa es que algunos domingos cuando estaba inspirado, al viejo le daba por hacer batidos... de mamey, de plátano, de la fruta que hubiese. El secreto de su receta era mezclar la leche evaporada con la condensada, pero además, echarle a la fruta un pedacito de queso crema. Ese batido con galletica de soda, aun hoy me sabe a gloria.

GeNeRaCiOnAsErE/tonygm