Sonría Presidenta, que la estamos grabando…

A menos de un año de las próximas elecciones presidenciales, no fueron suficientes las tensiones generadas en el interior del conglomerado oficialista, para presionar a la mandataria chilena que desistiese del romance con Fidel Castro.
Poco efecto surtieron las cartas abiertas de Roberto Ampuero y de la ciudadana bloguera Yoani Sanchez; o las declaraciones de las Damas de Blanco y los opositores cubanos Vladimiro Roca y Osvaldo Payá Sardiñas.
¿Cómo pudo olvidar señora Presidente, su historia personal de detención, tortura y exilio, o la evidente contradicción que por estos días se inauguraba en la isla una Feria del libro, auspiciada por el mismo régimen que censura las obras de varios escritores chilenos?
Aun pese a que algunos de los invitados oficiales se negaron a participar en la delegación, el tercer presidente elegido democráticamente en Chile, –luego de la tiranía- viajo a visitar la última de las dictaduras de nuestro hemisferio.
¿Acaso hay dictaduras buenas y dictaduras malas?
Cualquier visita o relación diplomática (entre amigos o enemigos) es oportuna si se basa en fundamentos, por ejemplo hace unos días Clinton viajaba a China, y es que la política es un juego de causa y efecto, pero en esta ocasión no encuentro el asunto del viaje, o los beneficios que aportaría a Chile -el intercambio económico entre ambos países es irrelevante- a no ser por la intención de sumarse a la parranda ideológica que trafica con la esperanza de la gente. Si fue ese el combustible que impulsaba al avión presidencial hacia la isla, entonces la bencina no le alcanzó ni para el viaje de regreso.
Mis sospechas se cumplieron, aun sin despegar Bachelet del Aeropuerto José Martí y ya se le propinaba la estocada. Este sábado el 'enfermito ex-dictador', habló sobre la reclamación histórica boliviana de una salida al mar por Chile, abandonando ‘momentáneamente’ el derecho a la autodeterminación -presente en cada capitulo del manual de los tiranos- para apoyar a su predilecto Evo Morales.
Señora Presidenta, en estas lides ideológicas la rentabilidad es inversamente proporcional a los escrúpulos. ¿Recuerda los tapes de las conversaciones entre el ex gobernante Fox (México) y Fidel Castro, develadas ante el mundo luego de un tonto incidente personal?
Tenga cuidado ahora con sus respuestas diplomáticas… no se le ocurra retirar al embajador si no quiere que el régimen saque a la luz, cuanto trapito -sucio- dejó en su inútil visita a La Habana.

GeNeRaCiOnAsErE/kikev