Download

Recent Posts

19 de febrero de 2008

On martes, febrero 19, 2008 by GeNeRaCiOn AsErE in ,    No comments

photo by arimarfilia

La jornada final del Festival Jazz Plaza 2008 terminó con un concierto de pianos en homenaje al importante músico catalán Tete Montoliu. Cinco importantes pianistas del panorama actual cubano a los que se le sumó un músico brasileño se dieron cita en el Teatro Auditórium Amadeo Roldán.

Abrió el espectáculo el estelar Hernán López-Nussa, un tanto apurado pero genial, como siempre, su última pieza la dedicó al gran Tata Guines, recientemente fallecido, sobre quien hablara ‘emocionado’ con bellas palabras. A continuación le tocó el turno al más joven de la familia López-Nussa, Harold, a quien el público premiara con tremendas ovaciones luego de interpretar su propia versión del tema ‘Causas y Azares’ de Silvio Rodríguez y una pieza de su autoría ‘Timbeando’ la que causó estremeciera a los allí presentes por su límpido virtuosismo y calidez en la interpretación. ¡Que suerte tener a Harold en el festival!
En la Habana de hoy crece una audiencia para las bandas y conciertos de jazz, allí nos encontramos jóvenes y adultos, para seguir con tremendo embullo a este muchacho, quien con sus escasos 25 años viene a ser la vanguardia y a la vez el futuro de este género musical en la isla.

Luego de las excelentes interpretaciones de Dayramir Mayor, Alexis Bosh y Rolando Luna, apareció Joao Donato, un jazzista brasilero de fama internacional a quien por ‘razones ajenas a su voluntad’ se le vació la sala en tan solo diez minutos. En un último intento para atrapar los que allí quedábamos, Donato acudió a una zamba interactiva que le salvo la noche como a un boxeador le puede salvar el campanazo.


Todos los interpretes de la noche (menos Hernán) reaparecieron por último al escenario, acompañados esta vez de Don Chucho Valdez, para cerrar el Festival con broche de caramelo. Ah, pero nosotros, el público allí reunido, obligamos -a golpes de ¡CHUCHO, CHUCHO, CHUCHO!- a que este nos tocara algo más. El maestro accedió como era de esperar, sacudiendo a la sala con un blues americano que por el camino se fue transformando en algo muy criollo... mezcla explosiva de melancolías, ritmo y gran fuerza de alegría contagiosa, a ver... todo un retrato en notas que contiene la esencia de lo que somos y llevamos por dentro los cubanos.

A Chucho y demás músicos, le despedimos con una gran ovación cómplice .

.

GeNeRaCiOn AsErE/ arimarfilia