Sobre cambiar la vida

La participación del escritor cubano Carlos Franqui en el programa A mano limpia, transmitido por el canal 41 (América tv) el pasado viernes, fue reveladora e interesante, especialmente para las generaciones más jóvenes que no fuimos testigos de la instauración del gobierno actual en la isla.

El testimonio de Carlos Franqui es demoledor.

“Muero, pero me revelo” dice alguien que parece haber muerto muchas veces de decepción, aunque afortunadamente, ninguna de esas muertes le ha impedido dejarnos su vida,
escrita en primera persona y llena de interesantes crónicas sobre los eventos de la lucha y arribo al poder del castrismo en Cuba.

Algunas ideas del escritor expresadas en el programa televisivo nos ayudan a desmitificar la naturaleza “altruista” de la Revolución:

Guerra revolucionaria contra Batista: el triunfo de 1959 se produjo luego de una victoria política y no militar.

Revolucionario traicionado: la naturaleza de una revolución comunista es siempre traidora.

Sobre el apoyo de la población al “régimen revolucionario” en Cuba: un régimen en crisis solo se sostiene por medio del terror y el hambre. La inmensa mayoría de la juventud que escapa de la isla dice que aquello es un infierno.

Las palabras de Franqui me han hecho recordar del paralelo que Albert Camus estableció hace algunos años a propósito del dilema de vivir sin apelaciones y en este sentido la disquisición entre el "yo es otro” (Arthur Rimbaud) y la “dictadura del proletariado” (Vladimir I. Lenin) donde queda claro que la libertad no esta por encima del hombre, sino que el hombre mismo es la libertad.

GeNeRaCiOnAsErE/tonygm