Espejo de Paciencia. Sobre las fuentes de la cubania en Isla.

I

Una permanente preocupación por la sobre-vivencia (como en la guerra o la prisión) se ha convertido desde los 90’s en motivo principal para la vida de los cubanos, pero esto no quiere decir que el problema haya perdido su raíz política, sino que por el contrario le añade peso a la misma, pues a todas luces el programa revolucionario de repartir el hambre ( mediante el racionamiento) no es más que la practica constante de un genocidio deliberado.

La estrategia de “drenar del talento" del ciudadano de a pie hacia la solución de las necesidades primarias, se resume en el dicho popular: LA LUCHA, EL INVENTO, EL FORRAJEO...
Que exista genocidio y persecución política en otros lugares del mundo, no limita al gobierno de EE.UU. a lavarse las manos con el tema cubano, yo aplaudo todo tipo de ayuda (directa e indirecta) que Norteamérica viene dando a mi pueblo hambreado.
El hecho de que seamos pobres, de que luchemos cada día para poder comer, no nos vuelve miserables moralmente.
Es una trampa la de confundir a la pobreza material con la pobreza del espíritu.
Hoy la isla funciona como una cárcel, siguiendo esta analogía entenderemos el comportamiento de las masas allí.
¿Acaso se revelan los reos dentro un régimen de concentración y constante penitencia, o es que estos, a sabiendas de que el mundo exterior los ampara, intentan escapar tan pronto como pueden?

II

En la Cuba de hoy, millones de personas (la inmensa mayoría) nacieron luego de 1959, o sea, no tienen una referencia oficial o Institucional de lo que es el pleno ejercicio de la libertad ciudadana, sin embargo, hay dos fuentes donde el cubano recibe este valioso testimonio.
La primera en las escuelas, donde se repiten los programas de la metodología oficialista, que es portadora de una constante contradicción dinámica, mostrándose dialéctica y rígida a la vez.

Este tipo de programa educacional masivo permitió a todos los pueblos de Europa del Este, admirar la democracia de Occidente, pero tratar a la vez de conservar sus vidas para poder presenciar un cambio. Vale aclarar que todos los intentos de rebelión en los países ex comunistas fracasaron, pues fueron rápidamente ahogados en sangre y la libertad se logró solamente al generarse una crisis desde las alturas nombrada Perestroika.

El mismo Sistema mediante su alarde de educación masiva, provee al individuo de cierta conciencia (auto-critica) sobre su individualidad, aunque le deja bien claro al mismo tiempo, que no hay margen de acción posible en la sociedad, como dice un joven cantautor nuestro
–tienes el hacha, pero no puedes cortar el árbol-
La segunda fuente de aprendizaje de la libertad es la consuetudinaria, que recoge la experiencia de la familia y del entorno social alternativo al régimen (donde también entra a jugar su papel el exilio) en ambos permanecen, guardadas como reliquias las tradiciones más firmes de la Cultura y la idiosincrasia nacional, por eso es importante reconocer que nos unen muchas más cosas de las que nos separan.

FINAL

Si las sucesivas generaciones que han engrosado el exilio cubano del sur de la Florida tienen un merito innegable al haber conservado nuestras costumbres, arte y valores patrios, vale destacar entonces que al mismo tiempo el pueblo de la isla, no ha apagado nunca el vitral de su cultura, es más, lo enriquece a diario aun desde el mismo aislamiento a que es sometido.
Durante décadas en Cuba varias generaciones de exiliados (unos en el exterior, los otros en el interior de su propio país) han resistido el embate de la distancia o el secuestro de la palabra pública para conservar lo homogéneo de una identidad que nos permite hoy a sus jóvenes descendientes identificar lo criollo, sensibilizarnos con "lo nuestro" y sentirnos verdaderamente cubanos.
La cultura es siempre creadora, dinámica y social, según Fernando Ortiz, compatriota y maestro que debe ser referente constante, para el reto más grande de los cuybanos de hoy, que es el de asumir nuestra propia integración nacional.
Es vital ahondar en ese sabroso ajiaco social, fundir sabores, puntos de vista, dejando espacio a todos los colores, porque "todos" cabemos en un país donde por virtud de nuestra mezcla, somos irreverentes y a la vez, inmensamente modernos.

GeNeRaCiOn AsErE