Raíces Aéreas del Teatro Cubano en el Exilio.

El pasado viernes asistimos a una velada en el Teatro en Miami Studio, donde tuvo lugar la proyección del excelente y necesario documental “Raíces Aéreas” de Ernesto García (2004), seguidamente se debatió con sus protagonistas (un grupo de destacados dramaturgos) sobre el legado de las obras del Teatro cubano en el exilio.

De izquierda a derecha Ernesto García (director de Raíces Aéreas ), José Abreu Felippe , Yvonne López Arenal, Matías Montes Huidobro, Julio Matas .

La ‘Revoluuú –cion’ del todo o nada.
Tal y como se narra en el documental, durante medio siglo en Cuba el castrismo ha insuflado el miedo, aplicando una suerte de ostracismo selectivo con cuotas de ‘nada’ para quien salga de la isla por razones de su pensamiento político... mientras tanto -hoy como ayer- el gobierno cubano paga con su magrísimo ‘todo’ a aquel que se apunte en la controvertida comparsa de construir el Socialismo. El resultado final de cualquier dictadura es la división de sus múltiplos… ósea, que para comparar solo tienes la mitad de tus números, la mitad de tu familia, la mitad de tu país y con ellos también la mitad del pensamiento cultural de una nación y de su mundo artístico. Tal vez por eso miles de cubanos que crecimos sin referentes históricos de personas y sucesos importantes, solíamos buscar -colgados de una antena- las claves de lo que siempre nos borraron de la pizarra y los libros. He ahí la importancia de un material como Raíces Aéreas que puede y quiere devolvernos ese eslabón escondido de nuestra propia identidad, mediante las voces, los rostros y las historias de quienes antes fueron condenados al silencio.

De la computadora a la silla.
La ERA digital que vivimos hoy nos salva del olvido, proporcionando un archivo de memorias que impiden borrar las palabras y el legado de los artistas. Ya no hay obra sin retorno, el monólogo puede convertirse de pronto en diálogo directo con el publico, que ahora puede aplaudir desde cualquier lugar del mundo. Es cierto que la magia de escuchar al actor pisando las tablas provoca una sensación irremplazable, pero precisamente la interacción que hoy se inicia entre el artista y su audiencia desde los portales electrónicos, bien puede llevarlos de la computadora a la silla del teatro. Y un ejemplo de lo anterior queda probado con la presencia de nosotros mismos. (Medea, La Primera Palabra, Gaspar, El Lugareño, El Parque Trillo, G.A.)

“Mientras llega la calma”.
Ahora que la bestia yace en la cama y en medio de su letargo languidece el oscurantismo, es importante establecer de donde venimos pero también hacia donde vamos… , por eso cuando Medea lanzó a los dramaturgos la pregunta sobre cual seria entre sus obras la que quisieran estrenar en la Cuba del futuro, fue conmovedor saber la respuesta de cada uno, que equivalió también a sus esperanzas de creer en un país donde quepan las voces de todo el mundo. Tal vez sea esa la mejor forma de superar la diatriba histórica que sostiene la isla con el exilio.

GeNeRaCiOnAsErE/tony.