LA COCINA ASERE.

La cocina asere nació en los años de la “crisis económica”, casi inmediatamente después del 1959. Luego de la ausencia en la mesa cubana de los platos más tradicionales, de especias, condimentos, etc., el condumio ha ocupado gran parte del día en la imaginación del ciudadano de nuestro país, siendo desde hace mucho tiempo (junto a la pelota) el pasatiempo nacional y el símbolo de la escasez, y a cierto tipo de moral revolucionaria que quiso vincular al estoicismo con el hambre.
Cocina al minuto era el programa de televisión más esperado en la Cuba de los los setenta, tanto como el del pronostico del tiempo, pero dos décadas después no había ni rastro de Nitza Villapol y hasta el mismísimo licenciado Rubiera había bajado veinte libras. Recuerdo que en los noventa, a mitad de los apagones, casi todas las conversaciones terminaban en comida.
Si Fernando Ortiz acude a la imagen del ajiaco criollo para simbolizar la formación del pueblo cubano, no es menos cierto que la del picadillo de soya nos alerta sobre su fragmentación, y si seguimos por el camino del “contrapunteo”, comparando esta vez al ajiaco con el picadillo, llegaremos al hallazgo del “espíritu de provisionalidad” de nuestra cultura Nacional, que se ajusta y reajusta, según la vivencia de su realidad histórica, hoy aderezada por un periodo especial interminable.

CONTRAPUNTEO DEL AJIACO Y EL PICADILLO DE SOYA

Las tribulaciones que nuestras madres padecieron, para llevarnos alimentos al campo, nos legaron postres como el del fanguito o el flan de naranja. De la necesidad de acompañar los platos o variarlos (incluso aunque no mezclasen) surgió la idea del spaghetti con queso crema, las arepas con salsa de tomate, o el bistec de toronja... cosas que hoy nos dan risa, pero que fueron y son parte vital del sustento de la gente en la isla.

Cocina AsErE es un premio al esfuerzo de nuestros padres por mantener en pie la sazón de la casa y la barriga llena.

GeNeRaCiOn AsErE/tonygm

Su primera versión fue publicada aquí el pasado junio de 2007, para acompañar a una receta de natilla de chocolate con galleticas.